La Organización Internacional de Trabajo fue creada en consecuencia del Tratado de Versalles:  su constitución está en el capítulo 13 del Tratado de Versalles. Al principio hubo solamente 19 países – fundadores y de ellos creció una organización internacional que se dedica a crear los standards internacionales de trabajo, verificar el cumplimiento de éstos, como también  a resolver una amplia gama de cuestiones relacionadas con la calidad de trabajo, empleo, educación e investigar los problemas de la economía y del mercado y de todo lo que influye en el empleo. El campo de interés de la Organización Internacional de Trabajo es, por lo tanto, muy extenso, muy moderno y al mismo tiempo siempre recurre al mandato básico de crear  leyes de los standards internacionales de trabajo y a verificar constantemente el cumplimiento de éstos por los estados. 

 Las sanciones internacionales por no observar los standards son relativamente bajos, sin embargo, el prestigio de la organización hace que los gobiernos, de manera muy efectiva, procuran adaptar la situación en sus países a los standards internacionales. El prestigio de la organización es el motivo por el que cada uno de los estados quiere mostrarse de su mejor lado durante el monitoreo, y demostrar que cumple muy bien los standards. Esto es típico tanto para los países en los que la democracia está bien establecida, como para los países en desarrollo y a los países donde la democracia es poco conocida. A pesar de todo, los gobiernos tratan de mostrarse de su mejor lado y esto es muy propicio para los sindicatos y para las organizaciones de trabajadores en su lucha por el cumplimiento de los standards de trabajo. 

Es muy interesante la dependencia psicológica de los gobernantes de la opinión internacional. En raros casos a un gobierno no le importa demostrar que respeta estos derechos, que es bueno para sus ciudadanos, que les crea buenas condiciones para sus ciudadanos.

Polonia pertenece a la Organización Internacional de Trabajo desde el mismo principio. Ha sido signatario del Tratado de Versalles  y de la Constitución de la OIT. Actualmente, Polonia procura adaptarse efectivamente a las normas de la OIT. Hemos ratificado todos los convenios principales, lo cual significa que nuestra legislación cumple con los standards. Polonia ha ratificado cerca de 80 convenios. 

Pero, no siempre fue así. En la época comunista, incluso si los standards estaban formalmente ratificados, esto no siempre significaba su aplicación en la vida, y los informes enviados desde Polonia a Ginebra no siempre correspondían en su totalidad con la realidad; a menudo estaban en ellos muchas adulteraciones y, sobre todo, se callaban muchas cosas, por lo cual la imagen no era en cien por cien honesta. En cambio, cuando surgió “Solidaridad”, se trataba del problema de cumplir el Convenio sobre el Derecho a Organizarse, la Libertad Sindical, uno de los principales convenios de la Organización Internacional de Trabajo. Eso fue también un camino hacia cierta liberación política. No hubo otra posibilidad que la de organizarse en un sindicato, que era independiente en cuanto a su organización y no subordinado a los gobernantes. Sabemos que al cabo de varios meses este ensayo se acabó: fue declarado el estado de guerra y poco tiempo después los gobernantes disolvieron  a “Solidaridad”.  Sin embargo, “Solidaridad” fue disuelto sólo en teoría, ya que seguía siendo una numerosa organización clandestina y funcionó en muchos centros de trabajo de forma clandestina, pero muy eficaz gracias a los contactos con las centrales  sindicales internacionales de Bruselas, con la Confederación Internacional de Sindicatos Libres y con la Confederación Mundial de Trabajo (vale la pena notar que el “Solidaridad” polaco como único sindicato fue afiliado a estas dos organizaciones al mismo tiempo).

Por medio de estas organizaciones, se presentó la denuncia a la Organización Internacional de Trabajo de infringir los convenios principales de la OIT. El informe preparado conjuntamente por la Confederación Internacional de Sindicatos Libres y la Confederación Mundial de Trabajo tuvo allí mucho impacto. La Organización Internacional de Trabajo convocó incluso una Comisión de Instrucción para este caso, es decir, utilizó el instrumento más fuerte que estaba en su poder. La aceptación de aquel informe de la Comisión de Instrucción (si bien me acuerdo, en 1983) provocó que los gobernantes de la República Popular Polaca decidieran suspender la afiliación de Polonia en la OIT, por lo cual se ve que fue una actuación muy eficaz y fue un golpe muy duro y doloroso para los gobernantes de Polonia. La suspensión duró casi 4 años. Luego, en 1987, el gobierno de la República Popular Polaca decidió renovar la afiliación. Esta reafiliación tuvo que tener como consecuencia varias concesiones y, sin duda, en vista de los acontecimientos políticos en el mundo, en Polonia y fuera de Polonia, la actuación de la OIT contribuyó al derrumbe del sistema comunista en Polonia y los sindicatos obtuvieron un fuerte incentivo para actuar: le dio a “Solidaridad” la consciencia de su razón y del apoyo de la organización internacional.

La OIT es un lugar del cual las informaciones sobre el respeto de los derechos se difunden muy rápido por todo el mundo; es un lugar donde todos se enteran momentáneamente sobre las violaciones de estos derechos. Las centrales sindicales que vienen cada año de todo el mundo para asistir en las conferencias de junio tienen la oportunidad de intercambiar informaciones y recibir diferentes tipos de materiales. El respeto de estos derechos por el gobierno es conocido inmediatamente por todos los participantes de la conferencia, por lo tanto, es un método muy fuerte y eficaz de ejercer influencia. 

La renovación de la afiliación de Polonia en la OIT todavía en la época de la República Popular Polaca fue motivo de una cierta  suavización de la presión, tuvo que haber un consentimiento a que funcionaran de los sindicatos, si bien todavía no existía la legislación. Quiero recordar que en el año 1987 se crearon Comités Independientes de Fundación que renovaban el funcionamiento oficial de “Solidaridad” a pesar de no tener el consentimiento de los gobernantes. Las organizaciones clandestinas también intensificaron mucho su actividad, así que, a pesar de que estábamos todavía en el sistema comunista, de que no existía un acuerdo legal y todo era aún ilegal, de hecho la organización ya funcionaba en los centros de trabajo y los activistas del sindicato no se escondían más con lo que hacían: ya no tenían que actuar de forma clandestina. En muchos casos, forzaban a los patronos a aceptar algunas negociaciones y acuerdos por medio de la prensa sindical distribuida en las oficinas y plantas de trabajo. Conseguían de la dirección de las plantas de trabajo y a los dirigentes políticos del país cierto tipo de actuación que era más favorable para los trabajadores, les permitía participar en el proceso de administración, división de beneficios y en el proceso de los cambios. 

Después del año 1989, de la „la Mesa Redonda”, cuando nos decidimos a edificar la democracia según los standards internacionales adoptados, “Solidaridad’ aprovechó otra vez a la ayuda de la OIT. Se trató de los cursos de formación, preparación de los activistas a cumplir su papel en el sistema de mercado, es decir, en una situación completamente nueva, desconocida hasta aquel momento  a la sociedad polaca, en la cual de un lado obtenemos ventajas, pero del otro, aparecen ciertas dificultades antes desconocidas. La competencia no siempre es tan agradable, a veces es dolorosa, y los sindicatos tuvieron que prepararse a esto. 

Aquí la OIT apoyaba mucho a Solidaridad: le entrenaba, le daba posibilidad de aprender los nuevos mecanismos. Tuvo también una gran importancia para “Solidaridad” en Polonia, el hecho de que la cooperación entre la OIT y los sindicatos era muy estrecha, así como se relacionaba con actividades concretas. Desde el año 1991, soy miembro del Consejo de Administración de la OIT en Ginebra, fui elejido por cuarta vez, lo cual es una prueba de la aceptación de “Solidaridad” en la arena internacional. Por otra parte, nuestra presencia allí nos permite ganar mucho, ya que de esta forma puedo informar acerca de los logros de la OIT en los sindicatos, puedo explicar los pactos, preparar conferencias, invitar a expertos extrangeros. Todo esto es posible gracias a estos contactos directos. Podemos entrenar a nuestra gente en la OIT, lo cual es una entrada para conocer los logros de la democracia así como los logros alcanzados de manera directa por la OIT.

Puedo decir, mirando desde una perspectiva, que cuando fundamos a Solidaridad ( fui uno de sus fundadores ), nuestro conocimiento acerca de lo que podíamos alcanzar era mínimo. Si hubieramos tenido conocimiento sobre las posibilidades de organización de la OIT, de sus posibilidades de apoyo, y de educación, me imagino que este proceso hacia la democracia hubiera trancurrido más rapido. Eso no lo sabíamos. Pero el bloqueo al acceso de información es una característica de los regímenes totalitarios, defienden el bloqueo al acceso del conocimiento sobre el mundo, sobre las estructuras democráticas, ya que estas representan un peligro  para los sistemas totalitarios.

¿Qué más?. Algo muy importante, tanto para los miembros de “Solidaridad” y para todos los activistas sindicales, es que la democracia sola no le trae bienestar a los trabajadores y no le garantiza el respeto a sus derechos en las fábricas. Por estas cosas hay que luchar sin descanso por si mismos, hay que aprender mucho para luchar con la competencia, y enfrentar de forma racional las corrientes liberales que surgen rápidamente en los sistemas democráticos. Aprovechandose de los métodos democráticos, las corrientes liberales introducen un terror oculto. No estoy en contra de la liberalización, de cierta libertad en el comercio o en la competencia, pero la introducción de la libertad de competencia por las corrientes liberales provoca, que las personas que no están preparadas, las menos educadas, caen en un sistema totalitario parecido al que había dutrante el comunismo. Aunque de otra manera, este también es un sistema del cual uno no se puede liberar, del cual no se puede salir, el cual destruye también al hombre y trata de robarle su dignidad.

El hombre pasa en su trabajo un tercio de su vida, y es un período muy importante en la vida del hombre. El trabajo forma su comportamiento, sus puntos de vista, sus reacciones y es un lugar donde sus condiciones pueden respetar o humillar la dignidad del hombre. Por ese motivo el trabajo es muy importante en la vida del hombre. La OIT ve este problema no solo desde el punto de vista económico, sino también desde el punto de vista moral, ético, el cual es fundamental para que el hombre se sienta un ser humano y ni un instrumento, no un elemento en su trabajo o una basura innecesaria como desempleado, que no puede encontrar trabajo, que siente que no le es necesario a la sociedad. Después de varios años de desempleo, aparecen profundos cambios en la mentalidad, lo cual hace que el hombre se convierte en una basura. Todos estos problemas pueden ser reducidos, si se organizan bien los sindicatos y si se coopera con la OIT. Hay que tener en cuenta también, que esto no se puede eliminar totalmente en el mundo, pero sí es importante si la reducción es de 1% o de un 20%. 

Para aquellos que empiezan a luchar por la democracia, para salir del sistema totalitario, el consejo es uno solo: Los trabajadores tienen que estudiar, tienen que esforzarse, no hay otro camino. El hombre que estudia, sabe organizarse mejor, sabe aprovechar mejor su trabajo, sabe defenderse mejor. El que no sabe, desgraciadamente se convierte en un peón. Hay que recordar también que hay que organizarse efectívamente, que uno solo no puede mucho, que uno es muy fuerte y efectivo cuando se organiza. Además, algo muy importante: para la formación de estas organizaciones hay que tener mucha paciencia. El cambio de sistema, el cambio del estilo de funcionamiento del país esta vinculado con el cambio de mentalidad de la gente. Si las personas vivieron decenas de años en el sistema comunista, a pesar de que tienen grandes tendencias de liberación y democracia, todo el sistema anterior esta profundamente codificado y esto es lo más difícil de vencer.

Mi camino en la vida ha sido muy rico. Lo digo sin ninguna arrogancia, y sin ninguna modestia. Cuando era estudiante, fui arrestado, estuve preso seis meses en condiciones muy difíciles. Se puede decir que seis meses no es mucho, pero para un joven es una experiencia muy grande, cuando uno estaba aislado, cuando uno no se podía encontrar con la familia ni con nadie más, cuando el único compañero era el guardían de la cárcel o el policía que interrogaba. Después tuve mucho trabajo, estudié, terminé los estudios y defendí el doctorado. Entonces comenzó “Solidaridad”.  Inmediatamente comenzé a trabajar en eso. Empezé a organizar Solidaridad en la universidad, ya que allí trabajaba. Desde aquel momento, fui su jefe allí, hasta 1990. En aquel período, fui muchas veces arrestado, por lo que no tengo un recuerdo agradable de aquel período. Por algún tiempo fui el jefe de “Solidaridad” (que en aquel tiempo era ilegal) en la región de Silesia.

Después de 1990, fui jefe regional de Solidaridad, y miembro hasta el dia de hoy de su Consejo Nacional.  A pesar de que soy diputado, soy jefe de tres comisiones del parlamento: La Comisión Finansas, Devolución de Propiedades y Privatización, la Comisión para asuntos de Comunidad  y  de la Comisión de Reprivatización, aún trabajo en los sindicatos. Desde 1991, soy miembro de la Comisión Administrativa de la OIT, representando a los sindicatos y participo en las Conferencias Internacionales del Trabajo. Participé en nueve conferencias de la OIT (que se celebran en junio) y participo en la elaboración de pactos.

El primer pacto en el cual participé, fue el pacto para procesar las exigencias de los trabajadores de las fábricas en quiebra. Gracias a esto pudimos presionar al gobierno para que preparara una nueva ley. Esta ley todavía esta vigente y es muy útil para los trabajadores cuyas fábricas quebraron.

Al mismo tiempo participo en las reuniones nacionales de la agrupación “Solidaridad’ (AWS), soy miembro de la Comisión Nacional Política del AWS, soy jefe de la delegación provincial, estoy involucrado en la vida política, no solo para que el movimiento sea visto como exigente, sino para que también sea creativo, el cual es capaz de defender y crear una nueva situación de forma positiva, y no destructiva.

Una información adicional para las personas que construyen, que quieren salir del sistema totalitario. Es más fácil de destruir una estructura vieja que construir un nuevo país, y hay que preparar a personas que puedan construir un nuevo estado. Frecuentemente, se encuentran personas que sirven para destruir un sistema, no son las más adecuadas para construir algo nuevo. A veces injustamente se les llama traidores, estafadores o pícaros, pero esto no es verdad, ellos no tienen esa capacidad para construir. Hay que consientemente mandar a los guerreros a la linea de fuego y en la segunda linea construir barreras defensoras de la democracia, hay que preparar a los cuadros.